martes, 13 de noviembre de 2012

Galán reclama al Gobierno una Ley Eléctrica "objetiva, transparente y estable"

Insiste en que los 32.000 millones de déficit de tarifa ahogan al sector


Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, confía en el que la nueva Ley del Sector Eléctrico que prepara el Gobierno, que se necesita con urgencia, se traduzca en un marco regulatorio objetivo, transparente y estable centrado en la eliminación completa del déficit de tarifa y en conseguir un sistema sostenible desde el punto de vista económico y medioambiental mediante un mix energético equilibrado. Durante su intervención este martes en el II Congreso Anual de Directivos APD, con una ponencia titulada Energía: en busca del equilibrio seguridad, coste, sostenibilidad, Galán ha destacado que un marco normativo que vaya en esa línea propiciaría que el sector eléctrico pudiera seguir actuando como motor de recuperación y crecimiento económico.

El presidente de Iberdrola ha recordado que el sector de la electricidad español en su conjunto invierte de forma recurrente alrededor de 6.000 millones de euros al año y genera, directa e indirectamente, unos 450.000 empleos de alta cualificación, aparte de ejercer un importante efecto tractor para la industria del país, con compras a fabricantes y suministradores valoradas en miles de millones de euros.

Ignacio Galán ha enumerado en el transcurso de dicho congreso, que se celebra en Valencia bajo el lema Conquistando el futuro, los problemas que padece el sector energético español, entre los que figuran la lenta disminución de la intensidad energética, la alta dependencia del exterior o el escaso nivel de interconexión. Sin embargo, ha hecho hincapié, el principal de todos ellos es el déficit de tarifa, que puede poner en riesgo la solvencia de las empresas tradicionales que lo están financiando, aparte de hipotecar a las generaciones futuras.

El presidente de Iberdrola, quien ha señalado que el déficit acumulado ya supera los 32.000 millones de euros, ha afirmado que éste es consecuencia de decisiones políticas pasadas, que han fomentado la producción con tecnologías poco eficientes y poco maduras, y no siempre respetuosas con el medio ambiente, que están lastrando la competitividad del sector.

Además, Galán ha explicado que un porcentaje de esos 32.000 millones aún está en el balance de las empresas, con lo que todavía no ha repercutido en el recibo de la luz. Y ha resaltado que, pese a esa circunstancia, la factura eléctrica española ya es hoy superior a la media de la Unión Europea.

La mitad de la factura corresponde a costes ajenos al suministro

Las mencionadas decisiones políticas han llevado a que casi la mitad de la factura eléctrica que hoy se paga corresponda a costes completamente ajenos al suministro. En concreto, del importe anual total --casi 38.000 millones de euros--, cerca de 12.000 millones están destinados a subvenciones y más de 7.000 millones a impuestos, mientras que sólo unos 12.000 millones se destinan a retribuir a valor de mercado la producción de electricidad de toda clase de tecnologías y menos de 7.000 millones a las redes.

Galán ha expuesto que la mayor parte de estas subvenciones se destina a las energías renovables en concepto de primas y que, dada la incorporación masiva de plantas solares al sistema en los últimos años, éstas se han multiplicado por tres desde 2007, hasta alcanzar los 8.500 millones de euros. De hecho, las solares ya se llevan más de la mitad de este importe, pese a que son instalaciones sólo producen el 4% de toda la electricidad.

El presidente de Iberdrola ha puesto en duda que, dada la actual situación económica y energética, España pueda permitirse pagar 70.000 millones de euros en primas de aquí a 2020 a las tecnologías más caras, al tiempo que para o cierra las centrales menos costosas.

Por este motivo, y tras recordar que en nuestro país hay en la actualidad un exceso de capacidad instalada, ha instado al Gobierno a tomar una decisión sobre qué tecnologías, en el marco del cumplimiento de los compromisos medioambientales, deben producir energía eléctrica: las más costosas o las más baratas, que cuestan hasta ocho veces menos que las otras o, lo que es lo mismo, 50 euros frente a 400 euros.

Ignacio Galán ha abogado por instalar masivamente una tecnología de producción sólo cuando la curva de aprendizaje la haga competitiva. Y, como ejemplo, ha expuesto que, si se hubiera retrasado cuatro años la puesta en marcha de fotovoltaicas que se produjo en 2008, el sistema habría ahorrado, en términos de valor actual neto, un sobrecoste de más de 38.000 millones, que tendremos que pagar los consumidores en los próximos años.

El sector eléctrico, afectado por el creciente riesgo regulatorio

En otro orden de cosas, el máximo ejecutivo de Iberdrola ha reiterado en la capital del Turia que es esencial, para un negocio tan intensivo en capital como el eléctrico, contar con un modelo energético claro y estable en el largo plazo. Y es que, según ha comentado, otro problema al que se enfrenta el sector en la Unión Europea, y especialmente en España, es el creciente riesgo que perciben los mercados.

Galán ha citado una encuesta realizada en noviembre de 2011 por el banco de negocios Nomura, en la que el 75% de los inversores consultados consideraba a España como el país europeo en el que las empresas del sector tienen mayor riesgo regulatorio.
A una conclusión similar ha llegado otra institución financiera, Exane BNP Paribas que, en su mapa de riesgos de abril de este mismo año, situaba a España como el país con mayor riesgo regulatorio, principalmente por el mencionado problema del déficit de tarifa.

Todo esto está haciendo, ha relatado el presidente de Iberdrola, que los inversores se decanten por Estados Unidos, Reino Unido y algunos países emergentes, donde la regulación es más previsible y estable, frente a numerosos países europeos --como España--, donde es frecuente la introducción de medidas regulatorias cambiantes y adoptadas para resolver situaciones puntuales, en muchos casos heredadas.

Según Galán, buena muestra de hasta qué punto se percibe en los mercados ese riesgo regulatorio es la dispar evolución bursátil de las compañías eléctricas de la zona euro en los últimos cuatro años, en comparación con sus homólogas del Reino Unido y de Estados Unidos.

Por ejemplo, un inversor que hubiese decidido invertir 1 euro en empresas eléctricas de la zona euro a finales de 2007 habría visto su inversión reducida en un 64%. Por el contrario, si ese mismo inversor hubiese destinado el mismo euro a compañías eléctricas del Reino Unido y de EE.UU., su inversión sólo habría perdido un 7% y un 8%, respectivamente.


Fuente: CapitalMadrid

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