De todos es sabido que el inicio del año es sinónimo de subida de precios. En el caso de la factura eléctrica, 2010 se estrenó con un encarecimiento del 2,6%. Pero no para todos. A más de 138.000 familias malagueñas no les afecta este incremento por haberse acogido al bono social eléctrico, un mecanismo creado por el Gobierno central para favorecer a determinados colectivos considerados más vulnerables ante la crisis económica, que mantendrán su factura congelada hasta 2012. El ahorro, aunque no es la panacea -la Comisión Nacional de la Energía (CNE) calcula que es del 7,8% respecto a la Tarifa de Último Recurso (TUR)- puede suponer un alivio para los hogares más golpeados por la recesión.
Según datos facilitados por Endesa, la principal operadora en la provincia con una cuota de mercado del 98,9% y 1.013.272 clientes, a fecha de hoy tienen esta tarifa reducida 138.901 usuarios: 131.407 con una potencia contratada inferior a tres kilovatios, 594 hogares con todos sus miembros en paro, 1.730 familias numerosas y 5.170 pensionistas mayores de 60 años.
Aplicación automática
En el caso de viviendas habituales con menos de tres kilovatios contratados, la comercializadora aplica el bono social automáticamente. En el resto de supuestos, sin embargo, sí es necesario presentar una solicitud para acogerse a esta medida, que no está teniendo el efecto previsto, ya que son muchas las familias que todavía no disponen del descuento, a pesar de cumplir con los requisitos. Así lo ha denunciado recientemente la Confederación de Organizaciones de Amas de Casa y Consumidores (CEACCU), que cifra en un 40% los hogares que no se benefician todavía de la medida en España, porcentaje que, trasladado al ámbito provincial, supondría unas 92.000 familias.
Y es que, en la provincia de Málaga existen unas 25.000 familias numerosas, según estimaciones de la Asociación de Familias Numerosas (Afanma), mientras que los sindicatos hablan de 50.000 hogares con todos sus miembros en paro. Ambas cifras distan mucho de las aportadas por Endesa sobre los clientes que se han acogido al bono social -1.730 y 594, respectivamente- incluso suponiendo que muchos de los beneficiarios entren en el grupo de potencia contratada inferior a tres kilovatios.
Campaña informativa
Ante este hecho, CEACCU ha puesto en marcha una campaña informativa por 41 provincias españolas. En Málaga, es la asociación de amas de casa Al Andalus la encargada de repartir los trípticos en los que se explica cómo solicitar el bono y quién puede hacerlo. En este sentido, el colectivo recuerda que los usuarios deben realizar la petición a su comercializadora de último recurso mediante correo ordinario, fax, email o personándose en las oficinas de la distribuidora (no de la comercializadora) y acreditar que se es pensionista, familia numerosa o que todos los miembros de la unidad están en situación de desempleo.
Si se pierde cualquier requisito para acceder al bono social se deberá comunicar a la comercializadora en el periodo máximo de un mes desde el cambio de situación. En caso contrario, «se le refacturará desde la fecha del incumplimiento, aplicando la TUR existente en su momento, más un recargo del 10%».
«Si la gente no solicita el bono no es porque no lo necesite, sino porque no tiene información suficiente», advierte María Huelin, vicepresidenta de Al Andalus, que considera que «aunque el ahorro no es muy significativo, es un derecho que hay que hacer efectivo, a pesar de que a las eléctricas no les interese». «En tiempos de crisis, cualquier euro que pueda arañarse es bueno», afirma.
Fuente: DiarioSur.es
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