"La demanda de electricidad lleva siete meses de caída en picado, algo que no sucedía en España prácticamente desde los años treinta del siglo XX", explica Alberto Carbajo, director general de operaciones de REE, la empresa que gestiona el transporte de la electricidad en España.
En abril del 2009, la demanda de electricidad descendió un 13,46%, cuando justamente hace un año su consumo reflejaba incrementos interanuales del 6,5%. Dado que el suministro ahogares y empresas de servicios se ha mantenido o incrementado suavemente, significa que ha sido la industria la que ha soportado la práctica totalidad del desplome, que puede alcanzar el 20%, añade Carbajo.
Según los últimos datos, en el mes marzo, el índice de producción industrial (IPI) cayó hasta una tasa del -27,4% interanual.
No hay antecedentes recientes de semejante desplome de la demanda eléctrica, más que en países como la ex URSS, Rumanía o Checoslovaquia, "que vivieron cambios en su estructura productiva que llevaron al cierre de multitud de instalaciones productivas por ser obsoletas. No es, desde luego, lo que ha ocurrido en España. Por eso mismo, la caída debe considerarse excepcional", explica Carbajo. La tendencia a la baja empezó en octubre del 2008, pero los desplomes son mucho más acusados en lo que va del 2009. Entre el 1 de enero y el 30 de abril de este año, el consumo de electricidad descendió un 8,9% al pasar de 92.075 GWh en este periodo en el 2008 a los 83.862 GWh en abril del 2009.
Por sectores, si uno se concentra en Catalunya, una de las comunidades más activas en la demanda eléctrica, es fácil comprobar la recesión industrial. En marzo del 2009, el sector cementero era el que encabezaba las caídas (24%), seguido del textil (19,5%), para una caída media del 10% según Endesa, la compañía que suministra a todo el territorio catalán. Endesa añade que en el consumo doméstico y servicios aún se mantienen cifras positivas, de un leve 0,9% y un 2,6%, respectivamente. Endesa atribuye el bajo incremento en el uso doméstico a la caída del mercado inmobiliario, "ya que el frenazo en la venta de viviendas nuevas ha contribuido a que no aparezcan nuevos clientes".
"El , principal interrogante, ahora es determinar si ese descenso ha tocado fondo o todavía no. También hay dudas de si la recuperación de la demanda tendrá forma de V, de U, o si se producirán picos", explica Pedro Rivero, presidente de Unesa, la patronal de las eléctricas. Para Ángel Hermosilla, director general de Unión Patronal Metalúrgica, "el frenazo de consumo eléctrico es la muestra más evidente de la crisis, consecuencia de los expedientes de regulación de empleo en grandes empresas, basta recordar los ejemplos de Seat y Nissan". Hermosilla señala que hay empresas que trabajan a un 10% de su capacidad.
Nadie se atreve a poner fecha para el inicio del repunte, que equivale a señalar que nadie sabe exactamente cuándo se vislumbra la recuperación de la economía. A juicio de Hermosilla, "la recuperación será muy leve, e incluso a trompicones". Y justifica estos altibajos en que en algunos sectores, como el automovilístico, se trabaja sobre pedido. "Las ayudas directas para adquirir coches que se han concedido en Alemania o Navarra han representado una leve recuperación en la cadena de valor, lo que provocará repuntes de demanda eléctrica", subraya. "Las factorías de coches trabajan sin stocks, lo que permite moderar tanto las caídas como las subidas con cualquier pedido", apunta.
"Entre los sectores que más han vivido el frenazo destacan el cementero y el siderúrgico, así como todo lo relacionado con la industria auxiliar de la construcción, como los fabricantes de carpintería metálica, fontanería, productores de azulejos y cerámicas…", explica Hermosilla.
A los descensos en la demanda, claro reflejo de la recesión, en España se añade otro problema, que es la aparición de dificultades en el sistema. "Como la demanda afloja, se pueden producir sobretensiones en las líneas, que hay que compensar", indica Carbajo. Y concluye: "Se reduce la conectividad y se ve comprometida la seguridad del sistema". En opinión de este experto, hay que esperar a ver qué sucede en los meses de verano "ya que la gente no va a encender el aire acondicionado, aunque haga calor, para apretarse el cinturón; y las empresas no retomarán el vuelo hasta finales de año, siempre y cuando uno sea un poco optimista".
Fuente: lavanguardia.es
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