La factura eléctrica se dispara hasta un 70% en tres años

«Van a ser inviables las explotaciones». Calixto Gajardo, presidente de la Comunidad de Regantes de Mérida, expresa de una forma tan tajante el futuro que le espera al campo de continuar la escalada de costes en concepto de consumo eléctrico. Según sus datos, en algunos casos se ha llegado a pagar hasta un 70% más en apenas tres años, por lo que pide medidas urgentes para revisar las tarifas.

Como indica Gajardo, en torno a un 70% del pago que realizan las explotaciones de la Comunidad de Regantes a la Confederación Hidrográfica del Guadiana corresponde al consumo de energía. De esa forma, cuanto más suben las tarifas eléctricas, más repercusión tiene sobre su cuenta de resultados.

Este problema es especialmente notable en las parcelas de riego por aspersión, que corresponden a los agricultores del sector Arroyo-Calamonte. Esta franja de terreno se encuentra a una cota superior que el canal de abastecimiento, lo que obliga a elevar el agua para poder dar servicio a los agricultores. El uso de potentes bombas dispara el consumo de electricidad, hasta el punto de que se trata de la zona de riego más cara de la región, según la Comunidad de Regantes de Mérida.

En esta zona, la factura ha crecido casi un 70% en tres años. Calixto Gajardo señala que en 2005 los regantes por elevación de Arroyo-Calamonte pagaron 499.180,46 euros. Un año después el coste subió a 612.142,68 euros, en 2007 llegó a 613.368,79 euros y en 2008 se situó en 841.840,79 euros.

Menos consumo.

El incremento de costes no obedece a un aumento del consumo, sino que, paradójicamente, las necesidades de suministro han ido a la baja. En 2005 se superó la cifra de 7,5 millones de kilowatios/hora, mientras que en 2008 no se alcanzó los 6,5 millones.

Por eso, el incremento de costes sólo se explica por la subida de las tarifas, que se han duplicado en el periodo citado: de 0,06595 euros por kilowatios-hora en 2005 a 0,13127 euros en 2008.

El presidente de la entidad indica que el panorama es aún peor para el presente ejercicio, ya que se ha cambiado el sistema de tarificación. Ahora se pagará más por la potencia instalada, independientemente del consumo que se haga.

A este gasto creciente se añaden las cuotas de la Comunidad de Regantes y las derramas por las mejoras que se han llevado a cabo. Sin embargo, en todos estos años el precio del kilo de maíz se mantiene invariable, hasta el punto de que Gajardo estima que la primera hectárea de producción (unos 11.000 kilos) se destinará exclusivamente a pagar costes.

Fuente: hoy.es