Esta petición, que ya ha formulado el sector en otras ocasiones y que el pasado mes de octubre fue retomada por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, coincide con la próxima subida del IVA, que el 1 de julio pasará del 16 al 18 por ciento en el tipo general, y del 7 al 8 por ciento en el reducido.
Durante las I Jornadas Tributarias organizadas por el Club Español de la Energía, el presidente de la patronal gasista Sedigás explicó que la aplicación del IVA reducido en las facturas energéticas permitiría a las familias reducir el coste que tienen que asumir por el consumo de gas y electricidad, y a las grandes empresas mejorar su competitividad.
Peris también apostó por que la previsible rebaja del "llamado IVA del fontanero" (el que se aplica a los trabajos de fontanería, pintura, albañilería, electricidad y carpintería) incluya también las labores que realizan los instaladores de gas en rehabilitaciones de vivienda.
El consejero delegado de Gas Natural-Unión Fenosa, Rafael Villaseca, coincidió en la reclamación de una rebaja impositiva en la factura energética al afirmar que la aplicación de esta medida sería algo "estupendo", aunque precisó que hay que ver "cómo encajaría en la política del Gobierno.
Durante la clausura de la jornada, Villaseca subrayó que a la administración tributaria le es exigible que cumpla los principios de "responsabilidad, transparencia, imparcialidad y agilidad".
De hecho, recordó que la administración tributaria puede considerarse como un "accionista sin prima de riesgo en hasta un 30 por ciento", en referencia a la tributación que deben pagar las grandes sociedades.
Por ello, indicó, la administración tributaria y las empresas están obligadas a entenderse y trabajar en una relación de "cooperación y confianza".
En opinión de Villaseca, la normativa fiscal a la que se enfrentan las empresas es cada vez más compleja y está llena de "matices".
El director general de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, Luis Pedroche, recomendó a las empresas incluir los riesgos fiscales dentro de su estrategia de responsabilidad social corporativa, al igual que ya hacen con los riesgos laborales o medioambientales, o las políticas tecnológicas.
Remarcó que la tributación se configura como un riesgo "muy importante" de carácter financiero y "reputacional" y por ello debe ocupar un lugar importante en las agendas de los comités de dirección y los consejos de administración, y ha de ser tenida muy en cuenta en las grandes operaciones corporativas.
Fuente: Que.es
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